sábado, 24 de octubre de 2015

La carrera de la ciencia 2015: mi 2º 10 k

Una semana después de correrla, encuentro por fin un hueco para contaros cómo fue el que era mi objetivo del otoño.

Como os conté en el post anterior estaba en pleno tratamiento de mi pesadilla desde hace 18 años: tendinitis de la fascia lata o cintila iliotibial.

Cinco sesiones de EPI en la clínica de Roberto Martínjunto a punciones secas, ondas de choque y láser parecen haberla curado, pero como no fio de ella ni un pelo por que ya la he tenido "dormida" en otras ocasiones, prefiero esperar unos seis meses para contaros cómo fue todo el proceso y si de verdad está curada.

Al quitarse ese dolor que te paraliza cuando llevas cierto tiempo corriendo, salió a la luz otro problema: condromalacia. Básicamente desgaste del cartílago de la rodilla, pero como contra eso no hay nada que hacer salvo intentar que no vaya a más, tengo que hacer ejercicios específicos de fortalecimiento TODOS los días.

La razón de haberme decidido por la Carrera de la Ciencia es que por unirme a un club de corredores me regalaron un dorsal y entre todos los que ofrecían era de la más antiguas de Madrid, con mucha historia y parte del recorrido (el peor) ya lo había hecho.
Además la fecha era perfecta para llegar entrenada y sin que el tiempo tuviera por qué ser muy frío

Semana tras semana, David Sánchez, mi entrenador, me enviaba mi plan semanal. Yo sólo puedo correr 3 días ya que los fines de semana estoy con los niños todo el tiempo, pero, vamos, creo que tampoco querría más, ja, ja.
Los otros dos días de diario, uno he ido yoga en casa o he ido a nadar y otro me iba al gimnasio (por fin he encontrado una buena razón para ir ya que lo necesito para correr)

La progresión ha sido suave, más controlada. sintiéndome más segura de cómo avanzaba y sobre todo muy acompañada por David.

Entre él y los fisios reajustaban a veces los entrenos por que lo más importante era curar la fascia. De hecho hasta he cambiado correr al aire libre por esta maravilla en la que puedes hacerlo aun lesionada. se llama Cinta Antigravedad Alter-G. Miradme en acción:


La sensación es una gozada y utilizándola como alternativa en casos de lesión o mucho entrenamiento me parece muy recomendable.


La carrera iba acercándose y yo seguía con miedo, la verdad. Pero tras ver durante una ecografía el espectacular cambio que había dado el tendón llegó la confianza.

Más la que David me daba cada día.
Más la que me aseguraban cada semana en el fisio.

Dana, la cuidadora que me ha ayudado con los niños desde que nació Rodrigo, mi hijo mayor, me había regalado un fin de semana libre, sin niños.
Uf, no sabéis lo que es eso si no sois mamás o papás en solitario. Un regalo que la agradezco muchísimo.

Le llevé a los niños el sábado por la tarde y me fui a mi casa tan plácidamente a prepararme una receta de pasta divina de Fit Happy Sisters dos hermanas que crean una recetas fit muy ricas y fáciles de hacer.
Vi una serie como una reina.
Y me fui a dormir prontito... Toooooda la cama para mí, increíble.
A las seis media sonó el despertador y me levanté como una moto. La previsión del tiempo era muy buena, como unos 15º así es que por ese lado estaba relajada.
Desayuné un croissant integral con mantequilla y mermelada, que toda excusa es buena ja, ja y todavía de noche me fui hacia el CSIC lugar desde el que salía la carrera.

Al llegar miles de personas estaban ya allí y observé dos cosas:

  • La media de edad era alta
  • La cara de felicidad e ilusión era general.


Es lo que tiene correr, que te da una vidilla que el que no corre, desconoce...


Antes de la hora de salida, troté 20 minutos tal y como me dijo David, e hice los ejercicios de fortalecimiento tal y como me dijeron los fiscos (soy muy bien mandá). 
Me preparé de la mitad para atrás y esperé pacientemente y a la vez atacá a pasar por el arco de salida.

A los dos o tres minutos lo hice y puse en marcha mi reloj. Esta carrera empieza y acaba fenomenal cuesta abajo y eso ayuda bastante, porque puedes ir entrando muy bien en ritmo y como yo no soy de lanzarme mucho, pues tampoco corría el peligro de quemarme ahí.
Más o menos a los 3 km empieza la cuesta arriba durante unos 5 km, pero ese desnivel ya lo había hecho en el mes de marzo ee incluso con dolores, así es que no me daba miedo.

Aunque no me gusta hacer la carrera con música, me habían recomendado que intentará estar lo más distraída posible para no pensar en los dolores así es que decidí oírla y me vino muy bien, la verdad.

Ah, por cierto: el objetivo era ir a 6:30 por minuto, pero yo incluso a 6:40 hubiera estado muy contenta.

Lo que ocurrió ese día es que si miraba el reloj tenía que ir frenándome, por que el cuerpo me llevaba más rápido así es que estuve casi todo el tiempo corriendo por sensaciones y eso hacía que corriera entre 5:45 y 6:30.

Cuando todavía me quedaba más de la mitad de la cuesta, empecé a notarme cansada, y ahí tuve que poner en marcha la fuerza mental: siempre me digo que si noticiera tantos dolores por aquí y por allá  podría correr más rápido, ya que me siento en forma y dado que no me estaba doliendo nada, era el momento de demostrármelo.
Y, hala, todo Castellana para arriba. Cuando quedan unos 3 km hay una pequeña recta y de nuevo otra subida no muy larga, pero lo dicho, estaba ya en envalentonada con las cuestas.

De vez en cuando miraba el reloj y alucinaba con la velocidad, pero es que correr en manada como decimos algunos, da una energía increíble; moverte con tantas personas que corren cada uno con su propia motivación es una sensación muy fuerte.

Y de repente ya empezó la cuesta abajo; yo seguía sin dolores aunque eso sí, ya tenía ganas de llegar.

Solamente en el último kilómetro, empecé a sentir ciertas molestias: que si un pie, que si un abductor. Pero como ya estaba muy cerca de la meta no me preocupé y pensé que era lógico tenerlos. El cuerpo se queja, pobre…

Ah, fue muy gracioso porque casi me vine arriba y de repente me vi entrando en menos de una hora, ja, ja Y es que había visto mal la distancia que quedaba y estuve a punto de sprintar, pero me di cuenta a tiempo de mi error y seguí al ritmo que llevaba.

Y ya estaba allí la meta. Ay, qué visión más buena.

Recuerdo lo que pensaba: ¡soy feliz! ¡lo he hecho y sin dolores!

Según mi reloj hice la carrera a 6:15 minutos el km, un sueño. Según el cronómetro oficial fue a 6:21, pero sinceramente me vale más lo que dice mi Garmín ya que es con lo que yo entreno a diario y lo que me sirve de verdad de referencia.

Según eso, hice mi segundo 10 K en 1:02:30.

La anécdota es que no pude recoger mi bolsa hasta que lo hizo prácticamente todo el mundo porque pedí mi ficha para recogerla, menos mal que en la bolsa del corredor había una camiseta muy chula porque aunque hacía muy buen tiempo, ya estaba sudando y se notaba el fresco.





Y aquí me veis, con esa cara de ilusión casi infantil, pero es que correr te trae una de las mejores cosas que haces cuando eres pequeño y es la sensación de correr y jugar.


Estiré un poquito y ya me fui. Como me cuidaban a los niños todo el día aproveché y me fui a ver una película que me encantó: el desconocido. Yo estaba sola en la sala de cine, me pasa en cuando por los horarios en los que yo puedo ir…

En mis sueños, quería irme por la tarde a yoga para así estirar muy bien, pero después de comer fue como si me dieran un ladrillazo y me tuve que ir a echar la siesta. La disfruté un montón porque creo que es la primera o segunda en cuatro años, así estamos las madres sin pareja, ja, ja...


La recuperación ha sido muy buena y solamente he sentido ligeramente el tendón de Aquiles, cosa que me da terror, porque en marzo tras la carrera de los bomberos pasé con el uno de los dolores más horribles de mi vida, así es que el mismo lunes fui a darme un masaje para relajarlo un poco.

Esta semana he entrenado de manera bastante tranquila e imagino que así estaré unas cuantas semanas hasta que empecemos de nuevo el plan para la siguiente carrera que espero que sea en el mes de enero. Ya os contaré cuál será.

Por cierto, que no sé si lo dicho todavía: tengo 48 años. Soy cosecha del 67.


Y como hoy en día la tecnología así, tengo hasta video de mi llegada a meta. Minuto 0:34 por el lado izquierdo y con cara desencajada me encontraréis.









El objetivo que tenía junto a mi entrenador, está cumplido con creces (correr en 6:30 y sin lesionarme) y estoy segura de que si no aparecen nuevos o viejos dolores, voy a progresar bastante bien, cosa normal dado lo lentísima que he ido durante un año y pico…