sábado, 12 de noviembre de 2016

Mi primera vez: el Trail de Lozoyuela

Hace un año, cuando mis problemas con la cintilla y yo tibial parecía que habían terminado, me propuse hacer un trail en el mes de junio. Me estuve preparando, pero llegado el momento la carrera se movió de fecha y se retrasó casi cinco meses.


Al acabar el verano, ya anunciaron la fecha para el trail de Lozoyuela: sería el 6 de noviembre







El problema es que yo ya no estaba tan en forma como en junio y sobre todo es que mi manera de plantearme el hecho de correr ha ido evolucionando en estos meses por lo que tampoco iba a estar mucho mejor de lo que estaba en ese momento.

Además en el Maratón de Telva me había salido un dolor de rodillas que posteriormente se reprodujo un día en el entreno de carrera progresivo. Si algo he aprendido en estos casi tres años que llevo corriendo es que no quiero sufrir más por lesiones. De verdad que eso se acabó.

Adoro correr, me hace muy feliz, de hecho mañana voy a un entrenamiento con un grupo solo de pensarlo siento esa alegría infantil que me encanta de este deporte, pero no quiero sufrir más, no.

Así es que se ha impuesto el Run for Fun que dicen los Drinking Runners


La semana anterior a la carrera, llegué a plantearme no hacerla. Empecé a sentir miedo de lesionarme o de hacer el ridículo andando demasiado en ella. Sí, sé que son comeduras de cabeza de corredor. Además el tiempo no acompañaba, estuvo diluviando cada día de esa semana menos el día que se celebró el 30. Fue increíble ese pequeño oasis.







Una mañana maravillosa nos esperaba en Lozoyuela, así es que cogí a mis hijos pequeños y salimos para allá. Una de las cosas geniales de este traile s que nos ponen guardería a las familias por lo que no tenía excusa.
Tome una decisión: correría todo el terreno llano y andaría las cuestas. Alguien puede preguntarse que entonces para que corro un trail, y sí, a mí también me hubiera gustado poder subirlas, pero en el fondo a mí lo que me atrae es la idea de correr en el campo, así es lo iba a hacer así.
Y bueno, fue genial: no tuve ningún problema en las piernas más allá de que a partir del kilómetro 10 empecé a no sentirlas, ja, ja.
Además me equivoqué un poco de camino y acabé haciendo 13,5 km. El desnivel no llego a 170 m que aunque sea poco, por ahora es mi récord.
El camino estaba bastante bien, aunque debido a las lluvias, nos encontramos con varios charcos insalvables por lo que aunque hice la novatada de quitarme las zapatillas en el primero, cuando me encontré con el segundo, ya directamente me metí en él.








Hice la carrera en una1:45 minutos y el km me salió a 7:50, de verdad que para mí está genial. No puedo estar más feliz y con ganas de seguir corriendo que de verdad es lo que más me importa.
Recogí a los peques y nos fuimos a comer la paella a la que nos invitaban. 




Ese brillo tras las carreras...





La post semana de la carrera ha sido fenomenal. He hecho elíptica en el gimnasio un par de veces y descansado el resto de días. No me quiero pedir más y así se lo transmito a mi entrenador que tiene que contenerse y no ponerme todo lo que él querría, ja, ja.



Quiero agradecer a la organización del Trail de Lozoyuela el tema de poner la guardería; ya sabeis que intento hacer campaña por todas partes y espero que cada vez más carreras se animen. Además a las niñas les encanta estar por allí con nosotros.

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